Son muchas las familias que deciden llevar a los más mayores del hogar a un centro de día debido a que el resto de los familiares trabajan fuera de casa y para que la persona mayor no se quede en casa durante todo el día, sin hacer nada y sin compañía.
Estos centros son una alternativa muy buena para que la persona mayor esté entretenida, se divierta y se relacione con otras personas. Además estos lugares se adaptan a las necesidades de todas las familias y de todos los mayores, en función de cual sea su estado.
La gran mayoría de estos centros cuentan con un fisioterapeuta en plantilla que realiza sesiones individuales y en grupo para mejorar la movilidad de las personas de la tercera edad, cuyos músculos están más débiles y por ello deben trabajarse.
Estos profesionales son expertos en trabajar la psicomotricidad y la movilidad activa, en función de las posibilidades de cada persona, de esta forma los mayores no perderán movilidad, sus músculos no se atrofiarán y tendrán mayor autonomía.
Existen varias técnicas como reeducar la marcha cuando se realizan ejercicios y mejorar la respiración para no cansarse ni fatigarse. También si tienen dolor en alguna articulación puede usarle la termoterapia o la electroterapia para reducirlo.
Está comprobado que la fisioterapia tiene múltiples beneficios como aliviar dolores, recuperarse de lesiones y contribuir a mejorar la fuerza y la agilidad.
Además favorece el movimiento de las articulaciones, evita el deterioro de los tejidos y corrige determinadas posturas que podrían ser nocivas. Para aquellas personas que hayan sido operadas o cuyas articulaciones estén peor la fisioterapia es necesaria ya que así podrían evitarse bastones o andadores, lo cual contribuye al aumento de su bienestar y calidad de vida, así como a su autonomía, un aspecto muy importante a ciertas edades que contribuye en el estado anímico de los más mayores.